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El conocimiento personal

El conocimiento personal

El autoconocimiento o conocimiento personal es un requisito fundamental para avanzar en una vida plena que lleve a la existencia virtuosa. Especialmente para madurar integralmente y desarrollar una recta valoración personal o autoestima, el conocimiento personal es considerado como un factor fundamental. En este sentido, Polaino (2008), señala que:

El primer factor del que depende la autoestima es lo que piensa la persona acerca de sí misma, sea porque se conozca bien o sea porque considere que quienes le conocen piensan bien de sí misma. En definitiva, la autoestima es también función del propio conocimiento, de lo que conocemos acerca de nosotros mismos (p. 21).

La recta valoración personal o autoestima se fundamenta entonces en la realidad objetiva de sí mismo. De ahí la importancia de llegar a descubrir las distintas partes, áreas y dimensiones que conforman a la persona; cuáles son sus rasgos o características, manifestaciones, necesidades, habilidades, pensamientos, ideal de vida, misión, intereses e, incluso, defectos; y también los roles que desempeña en su vida cotidiana. Es evidente que una clave fundamental en el proceso de conocimiento personal está en el hecho de mirarse objetivamente, quitarse de la vista los distintos sesgos, filtros o gafas, para dejar que sea la mirada de Dios la que ilumine desde el amor, misericordia, paz, aceptación y mansedumbre dicho conocimiento personal. Esto se hace porque sin un conocimiento sincero de sí mismo, la autoestima se convertiría en un amor irracional e inauténtico.

De lo que se trata es de que cada quien se encuentre consigo mismo, con su ser más profundo, mismidad e identidad. Esto supone reconocer como punto de partida que todo ser humano tiene una relación consigo mismo, incluso cuando a veces no sea muy consciente de ello, o evada esta realidad a causa del dolor, el sufrimiento o los momentos tristes. Independientemente de las circunstancias, el conocimiento y la aceptación de la verdad sobre sí mismo —los cuales suponen diversos niveles de comprensión— siempre conducirán hacia la libertad. 

Hay que tener en cuenta que este conocimiento es un proceso continuo que no se puede dar por finalizado en ninguna de las etapas o ciclos de la vida de una persona. De hecho, hay características de la identidad de la persona que sólo se manifiestan al enfrentar determinadas circunstancias.

Un recurso muy conocido y bastante útil en la tarea del conocimiento personal es la Ventana de Johari. Se trata de una herramienta creada por Joseph Luft y Harry Ingham, que ofrece un esquema didáctico para ubicar las áreas de autoconocimiento de la persona. A continuación, se presenta el esquema de la ventana de Johari:

Tokumura (2015), p. 71

(Tomado del libro Creciendo en la Valoración Personal Día a Dia, de las paginas 41 a las 43)

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