Gotzon (2010), dice lo siguiente:
La simple amistad con otro, por muy honda que sea, no significa que uno le entregue toda su persona y su vida, su alma y su cuerpo. Esa es la diferencia entre la amistad y el amor sexual entre hombre y mujer. La misma estructura corporal y psicológica de los sexos expresa esa mutua referencia: el hombre está capacitado, en el alma y en el cuerpo, para entregarse enteramente a una mujer, y viceversa (p. 14).
Es clave entender que el hombre, siendo unidad bio-psico-espiritual, está capacitado integralmente para entregarse en amar enteramente a la mujer. Esto porque el amor es la tendencia al otro, es la búsqueda de la comunión existencial y profunda con el otro. Así que implica a toda la persona, a todo el ser humano como unidad inseparable. Al igual que la mujer, quien se encuentra capacitada para donarse como unidad a un hombre. En este sentido, el amor conyugal, erótico o sexual entre hombre y mujer, es posible. Además, cuando se plantea el tema del amor conyugal, no se está hablando de placer cosificante y reductivo, sino de la búsqueda del bien y de la felicidad del otro. A continuación, se distinguirá entre tres niveles o etapas en el conocimiento hombre/mujer.
En primer lugar, se encuentra el atractivo físico como un elemento que está siempre presente manifestado en el deseo por la persona del sexo opuesto, a nivel físico y carnal. Así que el deseo, el atractivo o el gusto por el otro sexo, es totalmente natural, en cuanto a que dicho deseo está inscrito en nuestra naturaleza. De este modo, no hay que verlo como algo malo, ni tampoco como pecado. No obstante, hay otro extremo en el dominio de este deseo, que es justamente el libertinaje sexual, el mismo que lleva a la cosificación del otro, a verlo como: “un objeto de placer” y, por ende, a su propia cosificación. Por lo que no es raro que en la actualidad se busque a la otra persona para tener sexo únicamente, o para sentir placer.
El segundo nivel o etapa en la relación de hombre/mujer, que Gotzon llama el enamoramiento afectivo, es un elemento típicamente humano, aunque todavía no basta para un amor completo. Hace referencia entonces a la sintonía entre los caracteres de las dos personas, que hace que se busquen o que quieran estar juntas, por lo que les agrada conocer los detalles de la vida de su pareja, etc. Además, el enamoramiento es un hecho espontáneo, es decir, la persona no decide, sino que surge de forma natural. Pero tampoco es un suceso obligado, debido a que ese enamoramiento hace ver aspectos positivos y agradables que hay en el otro, aunque no se perciba en primera instancia sus defectos, justamente porque se encuentran en este proceso de enamoramiento.
El tercer nivel o etapa, el amor personal, es mucho más que el enamoramiento en cuanto a que no es solo un proceso espontáneo, sino que se transforma en una actitud libremente asumida. Es por esto que se ama al otro tal como es, así mismo se convierte en una decisión tomada libremente, una decisión de entregarse al otro, amándolo tal como es y cómo será, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, etc.
En ese sentido, el amor implica la aceptación incondicional del otro (con sus virtudes y defectos), con su historia personal, con sus muchos talentos y con sus heridas también. Es un amor con el que se acepta a la persona entera, no solo con las cosas buenas que enamoran, sino también con los defectos que molestan. En esta medida, le acepto y respeto como alguien que va a compartir e influir toda la vida y existencia; le quiero por sí misma, es decir, amo a la otra persona no por lo que sabe hacer o por lo que no hace, sino por su ser más íntimo, por su mismidad, por su yo más profundo e íntimo. Adicionalmente, le amo más allá de lo físico y de lo psicológico, mas no reduzco su realidad, sino que, al contrario, le amo como persona. Es por este amor que entrego todo mi ser, entrego mente, corazón, cuerpo y vida entera.
En este momento, cabe mencionar que los tres niveles de los que se ha estado hablando, no son compartimientos estancos, sino que están integrados entre sí o se van integrando el uno en el otro. Por ejemplo, el primero es condición del siguiente, el tercero cuando tiene fuerza suficiente, es capaz de vencer -hasta cierto punto- y reforzar la posible debilidad de los otros niveles. Luego, es necesario aclarar que el amor personal implica los otros niveles, mientras que los otros dos están hechos para poder expresar y realizar esa entrega total a la persona. Por esta razón, en el enamoramiento afectivo y la excitación corporal, las personas tienden a absorber totalmente a su pareja, cuando en realidad están hechos para poder expresar la entrega total del propio yo que se manifiesta en la tercera etapa del amor.
Además, la misma dinámica física de lo sexual está hecha para llegar hasta el final, es decir, es una expresión adecuada de ese amor libre y voluntario de la persona que se entrega del todo hasta el final. Así, por ejemplo, la persona entrega su cuerpo, porque se entrega a sí mismo, entrega lo más íntimo de su unidad personal. En donde el hecho de entregarse entero es entregar “la vida entera”, que se comunica a través del cuerpo, de ahí es que proviene la frase “hasta que la muerte los separe”. De lo contrario, cuando la persona se entrega sin amor de por medio, se está utilizando la interioridad del otro en cuanto malbaratar su ser más íntimo.
En ese orden de ideas, el amor es lo más íntimo, lo más grande e importante que tiene la persona humana. De esta manera, la vivencia de este tipo de amor es la que lleva a la felicidad en donde se ama como unidad bio-psico-espiritual, comprendiendo la alegría de la mutua entrega entre dos personas que se apoyan para brindarse el placer de la afectividad unida al cuerpo. Esto último, finalmente es en donde se expresa la autenticidad del amor humano en la entrega total del alma, corazón, cuerpo, vida entera, presente y futuro.
(Tomado de la 2da. Edición del libro Afectividad y Sexualidad en la Vida Cotidiana, versión electrónica, de la página 104 a la 106)