Articulo

La Escucha Empática

La Escucha Empática

Realizando un taller de trabajo en equipo, en una empresa, los colaboradores de uno de los equipos de trabajo, afirmaban que el trabajo en dicho equipo, era muy fácil y práctico, puesto que el líder llegaba con los proyectos muy bien organizados y con las funciones y actividades por realizar claramente definidas. Les pregunte si ellos tenían la ocasión de crear, aportar e incluso soñar con el proyecto o programa, afirmaron que ¡NO!, que el jefe daba las indicaciones, ellos escuchaban, al final, tenían espacio para preguntas, y listo, a la acción,  coordinaban por chat  y una vez al mes se reunian para la evaluación de los avances. El jefe estaba acostumbrado hablar primero él, y segundo él, y lo más triste es que su equipo, estaba acostumbrado a no hablar, menos aportar, o decir lo que pensaban.  

Para Stephen Covey, es el 5to hábito: Procura primero comprender, antes de ser comprendido, supone un cambio de paradigma y de mirada muy profundo, puesto que lo normal es que todos nosotros procuremos e intentemos primero ser comprendidos, escuchados y acogidos, que escuchar, entender o comprender. Normalmente cuando escuchamos estamos pensando en nuestra respuesta, y con ganas de hablar. Estamos hablando o preparándonos para hablar, y nos olvidamos de escuchar, comprender, acoger, de hacer un silencio activo que nos permita escuchar con todo nuestro ser, poniéndonos en el lugar del otro, de manera empática; pensando y sintiendo como el otro. Se trata de salir de nuestros paradigmas, ideas, de nuestros pensamientos, sentimientos y miradas, para ponernos en los zapatos del otro; en sus pensamientos, sentimientos, comprendiendo su personalidad, su historia personal, su ser más íntimo. 

Todo esto es la escucha empática: escuchar con la intención de comprender, entender realmente. No es estar de acuerdo con el otro necesariamente, es comprender profunda y completamente: como unidad biopsicoespiritual, como ser único e irrepetible, don para el mundo, con virtudes y fragilidades, abriéndonos al otro, a su ser más profundo, con un lenguaje total; que implica todo su ser, no solamente sus palabras. 

(Páginas 71 y 72 del libro “El líder Virtuoso y las Habilidades para la Vida, Paulinas)

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