Según la metodología de la Psicoterapia de la Reconciliación y del Centro Areté, las heridas afectivas se sanan a través del proceso de reconciliación personal. Del Castillo (2019), afirma que el propósito del proceso de reconciliación personal es sanar las heridas afectivas de la persona, así como llevar a la renovación y crecimiento de la valoración que cada uno hace de sí mismo. Asimismo, es importante mencionar que dichas heridas afectivas influyen en el desarrollo y vivencia de la afectividad de cada persona (Del Castillo, 2017).
El mencionado proceso se constituye en uno de los elementos centrales de la Psicoterapia de la Reconciliación, por ende, en la propuesta y metodología del Centro Areté. El mismo se trabaja con distintos consultantes y usuarios; en la psicoterapia individual, en talleres grupales, e incluso en retiros espirituales. Constituye una posibilidad en este sentido de sanar, reconciliar, renovar, restituir, resignificar y reprocesar las distintas heridas afectivas que son un obstáculo para la felicidad de la persona y que evitan una madurez integral y el crecimiento espiritual de quien las vive. Del Castillo (2016) comparte que la reconciliación personal es un proceso que puede durar años, dependiendo del tema o del acontecimiento específico. Además, implica generar un proceso de aceptación de las heridas más significativas de la historia de cada persona, así como las consecuencias de dichos hechos, que pueden tener incidencias en la vida actual de cada persona.
Por su parte, Rojas (2011), afirma que: “El hombre maduro es aquel que ha sabido reconciliarse con su pasado. Ha podido superar, digerir e incluso cerrar las heridas del pasado. Y, a la vez, ensaya una mirada hacia el futuro prometedor e incierto” (p. 203). Por esta razón, se debe decir que el proceso de reconciliación personal es un ejercicio de reconciliación de las heridas afectivas de quién lo lleva adelante y todo ello impacta positivamente en la reconciliación consigo mismo.
Las cuatro etapas o fases del Proceso de Reconciliación Personal son: identificación o reconocimiento, aceptación, perdón y reconciliación con el ofensor.
(Tomado del Libro “Llamados a la Reconciliación de Del Castillo & Caballero de la página 93 a la 95)
¿Qué es el proceso de reconciliación personal?
