Cabanyes (2012), afirma que la sexualidad humana es una dimensión que está integrada en las cuatro dimensiones básicas de la persona: biológico, psicológico, espiritual y social.

El plano biológico está constituido por los siguientes niveles:

Los tres niveles del plano biológico tienen una absoluta unidad funcional, cuya única y exclusiva finalidad es la reproducción. Entonces la atracción sexual y el placer que se sacia en el acto sexual, tienen su origen en la biología y en un fin muy biológico: la conservación de la especie.

El plano psicológico:

El plano espiritual:

El plano social:

La ideología de género parte de la premisa, contraria a la evidencia, de una desvinculación completa de los planos biológico, psicológico y social de la sexualidad, y recurre al artificio de distinguir sexo de género como si fueran dos realidades diferentes e independientes (Cabanyes, 2012, p. 64).

(Tomado de la 2da. Edición del libro Afectividad y Sexualidad en la Vida Cotidiana, versión electrónica, de la página 101 a la 102)

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