Articulo

Hablemos de la dopamina

Dopamina

Probablemente alguna vez en tu vida has escuchado hablar sobre la dopamina y su relación con tu estado de ánimo, en el presente artículo intentaremos explicar que es, su relación con la motivación y cuáles son sus principales funciones. 

¿Qué es la dopamina?

La dopamina es uno de los 12 neurotransmisores principales y esenciales para el correcto funcionamiento intelectual, físico y emocional. Es vital para que las neuronas se puedan comunicar entre ellas, de lo contrario, no sería posible la transmisión de información y la vida sería imposible.

Su propósito principal es mantener la energía en nuestro cuerpo y generar diferentes reacciones fisiológicas de nuestro organismo para estímulos específicos. Además, según Villa-Rojas, H., & Pérez-Neri, I. (2018) la dopamina “tiene implicaciones para la supervivencia: la sensación de placer y de recompensa”

También es la responsable de mantener y mejorar nuestro nivel de atención y concentración, supervisar nuestros impulsos básicos y favorecer la motivación que tenemos para la realización de alguna labor. Estas funciones que cumple la dopamina en nuestro cuerpo son de vital relevancia en sostenernos activos y atentos, motivándonos a ser productivos en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida.

De esta manera, se puede entender que contar con dopamina en nuestro cuerpo nos puede generar mucho bienestar. 

Sin embargo, tener una deficiencia de dopamina puede afectar muchos aspectos de nuestras vidas, por ejemplo, contar con bajos niveles de dopamina puede generarnos excesiva fatiga, ansiedad y falta de control en los impulsos de nuestro cuerpo, como un estado de desánimo extendido. También puede conducir a problemas adictivos.

Dado que la dopamina genera un estado de bienestar en el cuerpo, tiene repercusión asimismo en la motivación que tengamos a lo largo de los periodos de agobio o bien otros instantes bastante difíciles. 

 Funciones de la dopamina 

Regulación del estado de ánimo

La dopamina es considerada la molécula de la alegría y el gozo, ya que nuestro estado de ánimo depende en gran medida de los niveles de este neurotransmisor. Está vinculada al placer y todas las sensaciones positivas como bienestar, alegría, euforia, etc. Nos estimula para realizar o buscar situaciones y actividades agradables. 

Función locomotora y muscular

Los neurotransmisores permiten que la información procedente del cerebro llegue a los músculos, permitiendo que podamos andar, correr, saltar y todo aquello relacionado con el sistema locomotor. De la misma manera, la información del cerebro llega a los músculos, que nos permitirán ejercer fuerza para coger objetos, levantarlos, utilizar aparatos, etc. 

Regulación del sueño: 

Permite regular los ciclos del sueño ajustando el reloj biológico, controlando que los niveles de dopamina están en consonancia con el momento del día en que nos encontremos para poder mantenernos despiertos o bien proporcionando la necesidad de dormir.

Regulación de la actividad cardiaca

Gracias a la dopamina, la presión arterial y la frecuencia cardiaca se mantiene en los niveles óptimos de bienestar.

Regulación del aprendizaje y de la memoria

Hace que la información recibida se mantenga en la memoria a largo plazo y no se olvide lo que hace posible el aprendizaje.

Impacto en la creatividad

En la búsqueda de sensaciones placenteras se estimula la creatividad lo cual puede producir dopamina.  Según un estudio, cuando la densidad de los receptores neuronales es menor en la zona del tálamo (zona central de la base del cerebro) se corresponde con una mayor tendencia a la creatividad. 

Regulación del peso corporal

Las personas con menos receptores de dopamina tienden a ingerir más cantidades de dopamina para lograr el nivel de satisfacción personal lo que llevaría al sobrepeso.

Regulación de la sociabilidad

La producción de dopamina influye en la manera de relacionarnos con los demás. Cuando hay una alteración en su producción tanto por exceso como por defecto surgen trastornos como la esquizofrenia, fobias sociales, trastorno bipolar, TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), anti-sociabilidad, etc.

Desarrollo de la personalidad

Se ha observado que las personas con mayor nivel de dopamina son más miedosas y se estresan con mayor facilidad que las que tienen nivel es más bajo que viven las situaciones con más calma y tienen más autoconfianza. 

Necesidad de emociones fuertes

Todas las situaciones que generan emociones fuertes como puenting, tirarse en paracaídas, actividades de terror, etc., generan picos elevados de dopamina que después dejan una sensación de relajación y bienestar. 

¿Cuándo se libera la dopamina?

 La dopamina no sólo se libera cuando hemos realizado una acción que nos resulta placentera, sino que, es lo que nos mueve a actuar y se libera de manera previa para conseguir algo, ya sea alcanzar un bien o evitar un mal.

La mayor parte de la dopamina del cerebro es producida en el mesencéfalo (una de las partes del tronco del encéfalo) por neuronas que se conectan al cuerpo estriado (conjunto de estructuras localizadas a nivel subcortical), donde se libera la dopamina.

¿Qué produce la falta de dopamina en el cuerpo?

 Un déficit de dopamina puede producir la sensación de debilidad, falta de ilusión, desinterés e, incluso, depresión. Los movimientos pueden ralentizarse y parecer descoordinados. Se puede desarrollar la enfermedad de Parkinson. 

Tal y como lo explican Bahena-Trujillo et al. (2000), “diversas alteraciones en la transmisión de dopamina han sido relacionadas, directa o indirectamente, con trastornos severos del SNC (sistema nervioso central), tales como la enfermedad de Parkinson, trastornos psicóticos que incluyen a la esquizofrenia y la dependencia a drogas”.

Entre los síntomas más comunes por niveles bajos de dopamina se encuentran

  • Falta de interés general y de motivación
  • Dificultad para sentir placer
  • Patrón del sueño alterado
  • Síndrome de piernas inquietas
  • Tristeza y sentimiento de culpabilidad
  • Fatiga
  • Falta de memoria y dificultad de concentración
  • Aumento de peso
  • Comportamientos impulsivos y autodestructivos

Recomendaciones

Para estimular la secreción de este neurotransmisor aumenta tu consumo de alimentos ricos en tirosina: chocolate, sandía, almendras, plátanos, aguacates, carne, té verde, lácteos, arándanos, soja y derivados.

La vitamina B6 (piridoxina) ayuda a la formación de neurotransmisores como la dopamina, asociada a las sensaciones de gratificación, alegría y placer.

Actividad física cardiovascular por lo menos tres veces a la semana: entre 35 y 40 minutos cada vez. 

Referencias 

Ávila-Rojas, H., & Pérez-Neri, I. (2018). Dopamina para principiantes. Archivos de neurociencias, 22(1), 55-57.

Bahena-Trujillo, R., Flores, G., & Arias-Montaño, J. A. (2000). Dopamina: síntesis, liberación y receptores en el Sistema Nervioso Central. Revista Biomédica, 11(1), 39-60.

Humberto Del Castillo Drago

Daniela Gutiérrez Roldán

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